¡Soba cumple un año!

La primera foto, en el coche

¡Hoy mi pequeñajo ha cumplido un añazo ya! Soba está enorme y yo muy feliz por haberme decidido a que entrara a mi vida. Tengo que agradecerle a mi pequeña Bolusilla, todo el amor que me dio, me enseñó a querer, y a pesar de que me dejó tan pronto, todo lo que me dio y me enseñó me hizo no cerrarme, y así, adopté a estos pequeñajillos a los que quiero con locura. Pero hoy es el día de Soba, su cumpleaños, así que esta entrada va dedicada a él.Así que ha llegado el momento de contar su historia.

Soba nació en Domeño, un pueblecito de la comunidad valenciana. Su mamá, era una gatita naranja igual que él, y su papá pues lo mismo, un gatito blanco igual igual que soba, pero con la diferencia de que su papi tenía un ojo azul y otro verde. 

Hablé mediante un anuncio en una página web con la que era la dueña de Soba, una chica llamada Cintia. Quedamos en que cuando tuviera un mes, quedaríamos en Lliria o iría yo donde fuese necesario para traerme al gatito conmigo. 

Al poco de hablar con ella, me llamó diciendo que tenía que venir a por el gatito sí o sí, que era de máxima urgencia. Yo pensé que como la chica tenía muchos animales, sus padres no la dejaban tener más y sin hacer muchas preguntas, quedé con ella y me cogí el coche sola para ir a Domeño.

Al llegar, no había nadie, pero Cintia no tardó en aparecer con una bolita maullando. ¡No me lo podía creer! ¡Mi pequeñajo estaba ahí! Estaba super emocionada. Me explicó que la urgencia no era otra que unos cachorritos de gato que se había encontrado en el contenedor de basura, y había incluso uno de ellos, negrito, que no respiraba y que lo tuvo que reanimar. Ese cachorro negrito, al que nadie querría adoptar sería más tarde mi Teri. Pero bueno, que entendí el caso, me dijo que comía jamón de york y que le estaban saliendo los dientecitos. Le deseé mucha suerte con los gatitos que se había encontrado y con los hermanitos de Soba y me volví a casa con mi chiquitajo.

Darle de comer se convirtió en un infierno, él tenía hambre, pero casi no tenía dientecitos y quería masticar. Me preocupé mucho, así que lo llevé al veterinario, que me dio una de esas latitas con comida blandita y seguí intentando darle de comer. Como no quería, le abría la boca y le metía un poco de comida, enseguida entendió lo rico que esta todo y ya no ha dejado de comer jajajaja

Iba a hacer que durmiera en una camita que le preparé, pero hacía frío por aquel día de marzo del año pasado y al final durmió con nosotros. 

Para mi mejor, porque tenía que alimentarlo cada pocas horas, aún era muy pequeño y necesitaba comer mucho y que lo hiciera tener pipí o caca. Yo me convertí en su mama patata/felina. Al poco tuve un susto con él porque tuvo diarrea, lo llevé al veterinario y allí le pusieron una pastita como medicación y se arregló enseguida. 

Era y es un gatito muy bueno, tiene un genio muy definido y siempre va detrás de mi. Conmigo es cariñoso y acaparador. ¡Y le sigue encantando el jamón de york! Aunque tengo que decir que no le suelo dar mucho, solo para ocasiones especiales. ¡Ahora tendrá doble razón por motivo de su cumple jajajaja! Y bueno, el "pequeñajo" siguió creciendo y convirtiéndose en una GRAN bola peluda... Tiene unos ojazos azules increíbles y unas enormes patas peludas. Le encanta subirse encima de mi hombro,pero ahora es tan grande que da un dolor de cuello tenerlo encima...

Aquí unas fotos de la evolución de Yakisoba:

Le encanta dormir jaja

A día de hoy, Soba está así de grandote, y no ha perdido la costumbre de dormirse encima de mis cosas.

El problema llegó cuando hablando con Cintia, me dijo que el gatito negro del contenedor (bueno, en realidad eran 5, 3 hembras pardas y 3 machos negritos) nadie lo quería. Y yo que no pensaba tener otro tan pronto, no me lo pensé dos veces; así, Soba y Teri se convirtieron en hermanos de teta y hermanos para siempre. Soba siempre ha sido el doble de Teri, y para muestra, un botón:

Siempre hacen todo juntos

Y siguen haciéndolo a día de hoy todo juntos

 A veces se llevan mal, se pelean, se hacen alguna herida, pero siempre el uno está detrás del otro.

Esta es la primera foto de los dos juntos, y Soba, como muy bien su nombre indica, está Sobado.

<3

 ¡Pelea, pelea!

Son todavía muy jóvenes, en abril Teri cumplirá también el añito y contaré su historia entonces. Pero tengo que añadir que me siento orgullosa de ellos, de todo el amor que me han dado, pese a que los gatos tienen fama de ser huraños y ariscos, estos no lo son, y no son mis mascotas, son parte de mi familia. Y voy a cuidarlos y protegerlos y hacer que siempre sean lo más felices posibles, porque los quiero.